Mi mirada

En ese momento de agonía, veía como mi vida se desmoronaba.
Poco a poco la sangre de mi corazón goteaba, tibia, hasta el suelo, enfriándose.

Siempre había visto a la muerte como algo más en la vida, algo natural y nunca le había dado realmente la importancia que se merece.
También la veía como algo lejano, algo que me pasaría cuando estuviera adentrado en años y mi cabello estuviese blanqueado por la sabiduria.

Cómo no lo vi venir?? A mis 15 años nunca pensé en la muerte, siempre acechando. Me preocupaba más saber que haría con mis amigos el fin de semana.
Cómo no lo vi venir!!??

Nunca hubiese imaginado que ella fuese quien le daría fin a mis días.. ¿Por qué ella? ¿Por qué ahora?
Era lo único que por mi mente pasaba cuando mi sangre goteaba, tibia, hasta el suelo, enfriándose...

El charco de sangre era cada vez mas grande, se extendía por debajo de mí y me manchaba la espalda. Estaba ya fría.

Sentía frío, en la herida y en el corazón.. ¿Ella? Si, ella, a la que tanto había amado durante toda mi vida.

Y mientras tanto la veía, estaba allí con expresión ausente, preguntándose por qué lo habría hecho. Ninguno de los dos hablaba: Yo no podía, carcomido por la fatiga. Ella simplemente no quería o no encontraba las palabras para decir lo que sentía.

Al final, el dolor desapareció, y todo se aclaró como por el efecto de un resplandor. Moría..

Moría mientras mi sangre ya no goteaba, ya no era tibia, ya toda en el suelo, helada.. Como mi mirada.