Blog Archive

30.5.11

El reloj no da la hora

Observo aquel castillo, morada de un hermoso príncipe, que eras tú.

Suspiro con nostalgia y mi aire vuela, tan rápido como el pasar del tiempo.

La sal del océano ha acabado con tu escencia impresa en mi piel.

Las olas se han llevado tu voz para ofrecerla a las gaviotas.

Eres príncipe sin voz, sin aroma. Un recuerdo perdido de algún tiempo remoto.

Ahora soy sólo un alma fatigada, una mente que gotea sus recuerdos.

Tu balcón; desde ese mirador se veía más lindo el mar.

Se veía más lindo el ocaso, que ahora me roba tus besos, tus caricias.

Se sentía más fresco el viento, que se lleva tus palabras, nuestro tiempo.

El reloj no da la hora: delimita mi existencia, vacía ahora sin tí, sin tu voz, sin tu aroma, sin tu recuerdo, sin tus besos, tus caricias, tus palabras...

... nuestro tiempo.

No comments:

Post a Comment