El Adiós...

Siempre tuve esa idea.
Yo era aquél personaje concéntrico y todo se movía a mi alrededor,
cambiando, girando, avanzando.
Mientras yo estaba ahí, estacionario, todo seguía un rumbo,
un curso, la gente iba y venía, pasaba de largo o se quedaban un rato.
Siempre tuve esa idea.

Es posible que todos pensemos de la misma manera y nos veamos a nosotros mismos como piezas estacionarias que observan la vida pasar de largo y a la gente que viene y va, pero hay un momento en el que nos damos cuenta de la realidad.

No somos personajes concéntricos, somos uno más del gran engranaje de la vida. Durante todo el tiempo en el que creímos ser estacionarios, fuimos de esas personas que van y vienen en la vida de los demás, pero nunca nos dimos cuenta de ello.

Basta con un ligero cambio de perspectiva o mas simple, una mudanza, un cambio de amigo, para descubrir cómo nosotros nos movemos alrededor del mundo.
Por eso adios..

Adiós porque creí ser concéntrico durante la mayor parte de mi vida, pero ahora, bajo circunstancias especiales entiendo que me muevo con el vaivén de la misma gente
que pasa y queda.

Adiós porque me enfrento a un cambio radical en mi vida.

Pero un adiós siempre trae consigo algo nuevo.
Y cuando lo encuentre, volveré.